Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100197
Legislatura: 1887-1888
Sesión: 27 de junio de 1888
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Rojo Arias.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 143, 2972.
Tema: Reforma del sufragio electoral.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): De modo que resulta después de las palabras pronunciadas por el Sr. Rojo Arias, en las cuales se ve más que una pregunta una especie de interpelación o discurso, que todavía no hay más que media pregunta (Risas), puesto que hace una pregunta reservándose formular otra para cuando yo le conteste. (El Sr. Rojo Arias: Justificaré la reserva, y si quiere S.S. que le diga por qué, lo diré de antemano). No; es igual, porque de todas maneras lo mismo a esta primera pregunta que a la que se me pueda hacer, he de contestar con toda franqueza.

Ante todo debo decir a S.S. una cosa y es, que se ha preocupado un poco de los debates de estos días, y supone que este debate tiene si no en estado grave, en estado alarmante a la mayoría. (El Sr. rojo Arias: De preocupación). Pues yo quiero quitar a S.S. esa preocupación. Las cosas están exactamente lo mismo que hace dos años. Aquí no ha pasado nada; de modo que si el estado de la mayoría es alarmante ahora, era alarmante hace dos años, y como no ha pasado nada por la alarma de hace dos años, es de esperar que nada pase por la alarma de ahora. Y bueno es que S.S. se tranquilice, puesto que es individuo de la mayoría. Y voy a la pregunta.

A mí me era indiferente presentar el proyecto de ley del sufragio ahora o en la inmediata legislatura. Es más, el pensamiento del Ministerio anterior era haber dejado sobre las mesas de las Cámaras, al suspenderse las sesiones, el proyecto de ley del sufragio. Al efecto tenía encomendada particularmente la investigación de la fórmula del sufragio a una Comisión de amigos, en la cual entraban elementos de todas las prudencias de la mayoría; puesto que ha de ser una ley que por la mayoría ha de ser aceptada, y era necesario buscar las inspiraciones de todos para determinar la fórmula del sufragio, difícil de determinar, y que no se halla determinada ni en la ciencia ni en la práctica; pero, en fin, puesto que hay esa diversidad y esa dificultad en adoptar la fórmula más apropiada y mejor del sufragio universal, era necesario que buscáramos aquí una que estando conforme con los principios de la ciencia del derecho, estuviese también más en armonía con nuestras costumbres y con nuestra manera de ser; y para resolver la cuestión con todo el conocimiento de causa posible, se había buscado una Comisión, en la cual estaban representadas todas las procedencias de la mayoría, para que determinara la fórmula. Pero sabe S.S. que ha ocurrido una crisis; y después de ella no hemos vuelto a hablar ni de ése, ni de ningún otro proyecto de ley; en este estado, y adelantada como está la legislatura, yo no le respondo a S.S. de que podamos presentar el proyecto de ley antes de que las Cortes suspendan sus tareas.

Por mi parte no hay inconveniente, pero si no es posible, tampoco hay nada perdido, porque lo mismo da que quedara sobre la mesa, que presentarlo a principios de la legislatura inmediata.

De manera que esto creo que no debe preocupar a S.S. Yo le respondo de que el partido liberal y el Gobierno que en el Poder le representa, está más interesado que nadie en que sus compromisos queden del todo realizados; y que en el político, la fórmula suscrita por los Sres. Alonso Martínez y Montero Ríos ha de tener absoluto cumplimiento, lo mismo en todo lo que ella encierra que en el sufragio universal. ¿Cuándo lo ha de presentar el Gobierno? Yo no respondo de eso; ya es indiferente presentarlo hoy o en la próxima legislatura, porque hoy no adelantaríamos nada. Sin embargo, como no se trata de sorprender a nadie, y el Gobierno lo único que busca es acertar, a mí no me importa que se presentase ahora, todo se reducirá a dejarlo sobre la mesa al pasto de la discusión. Esto no me importa, porque de ese modo se ilustra la opinión, y yo lo que quiero es ver cómo voy más de conformidad con la opinión pública. Pero si eso no puede ser por circunstancias especiales, porque el Ministerio acaba de tomar posesión, y su vida la ha empleado primero en la necesidad de sacar los presupuestos, y después en estas discusiones políticas que nos han entretenido estos días, yo creo que el Sr. Rojo Arias no lleve a mal que si el Gobierno no puede, no lo presente en estos pocos días que faltan de Cortes. Repito que si el Gobierno puede lo presentará, y si no, espere S.S., porque en la otra legislatura será uno de los primeros proyectos de ley que el Gobierno haya de presentar. [2972]



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